Ponemos a remojo en agua caliente la fruta seca (a no ser que este muy jugosa). Quitamos el hueso si fuera necesario.
Con una batidora potente, robot de cocina, termomix… Pasamos a triturar el fruto seco hasta que quede finito. Apartamos
Ahora trituramos la fruta escurrida y deshuesada. Añadimos el fruto seco ya triturado. Batimos para que se mezcle bien, luego añadimos cereales, semillas, sal y demás ingredientes elegidos y mezclamos bien (puede ser a mano para que no se partan las semillas)
Tenemos que conseguir una mezcla que se manipule bien y no se pegue demasiado. Si está muy pegajosa añadimos un poco de fruto seco, si por el contrario, está muy seca le añadimos más frutas secas.
Pasamos a extender la masa en un molde cuadrado o rectangular, untado con un poco de aceite o poniendo un papel de horno. Las cubrimos y dejamos que reposen una hora. Buscamos un tamaño y un grosor manejable (como las barritas comerciales)
Por último las podemos consumir, conservarlas bien tapadas para que no se resequen, o también las podemos congelar y sacar cuando las necesitemos.